Pasen y vean. Esto es lo que he sido, pero no sé si es lo que seré.

miércoles, 29 de julio de 2009

Cuando Facundo Strazzarino fue Berserk

Luis Facundo Strazzarino volvió a creer en la vida y en la muerte. Volvió a creer en que la violencia nunca se justifica, pero si te incitan, no se justifica el no defenderte. Si, es un estúpido. Y? Es un estúpido si trata de pegarle a alguien, aunque sea una clara desventaja. Pero aún es más estúpido si viene alguien, y le intenta pegar sin que el se defienda. Hace años que no pelea. Hace años que no lo joden. Hace años que maduró lo suficiente. Hace años que espera el momento en donde morirá en "batalla". Si, le teme a la muerte. Si, nunca intentaría tentarla. Si, tal vez sería el más cagón del mundo frente a un asesino. Para, quien dijo todo eso? Nadie. Solo yo. Entonces, yo soy el que me pongo trabas. Soy yo el que me permito insultarme de ese modo. Soy yo, y no mi atacante, el que me suicido. Por eso, soy yo el que decide si muero o vivo. Soy yo el que verá la muerte algún dia. Soy yo el que intentará matar al ladrón a golpes. Si, soy yo, el mismo que hace unos años no se cagaba con nadie, que se peleaba con quien lo jodía, que lo intentaban parar porque se ponía berserker. No sabía que hace cientos de años los vikingos utilizaban la misma táctica para vencer a sus enemigos. Y era yo, el gordo que los corria, el que lo tenían que agarrar de a dos y a veces de a tres, el que era blanco de todas las burlas por no dejarme pisar, el que se ponía colorado como un toro e intentaba arremeter contra ellos. El que sufría en esos momentos la impotencia de no alcanzarlos, de ver su cobardía sin tratar de hacerlos valientes, el ver sus risas sin romperles los dientes. Era yo, el que hacía castillos con los bloques de rabia, el que a nadie temía, solo a la oscuridad, a la muerte, a caer en un pozo negro y morir escupiendo soretes, a un par de ojos verdes que acechaban en la oscuridad, producto de su infinita imaginación, y la representación del tercer fantasma de la navidad, el del futuro, la muerte, ese enorme asexuado vestido de negro y oculto en las sombras, el cual sus ojos eran dos lucecitas verdes que una vez viste pescando de noche en una cañada, viendo las espaldas de un extraño insecto en un camalote. Si, a eso temías. Es increíble como me identifico con "Fear of the Dark"m esa canción que ahora toma tanta fuerza... Porque si, tenía miedo, sentía miedo de Harry Potter, luego de conocer a Voldemort a los 11 años, de imaginarme estar leyendo el libro en mi cama y una mano huesuda lo agarre, y yo vea una mano de uñas largas. No sentía miedo de el, sino de todo lo que representaba. Si existía un Voldemort, existía un Mundo Mágico, donde todo era posible. Eso haría que mi razón quedase obsoleta. A eso le tenía más miedo. Porque siempre sentí miedo, pero lo fui perdiendo poco a poco. Ahora solo tengo miedo a que me domine el miedo. Porque tengo miedo a equivocarme, pero si me equivoco, que no sea porque sentí miedo, sino porque no soy capaz de hacerlo correcto.

Recién mi amigo Vicente comentó mi Estado, el comienzo de esta nota. Me preguntó que me hizo reflexionar. Sinceramente, una conversación que tuve con Diego, Exdeath y Maxi. Hablamos sobre la muerte y el honor, sobre el Barón Rojo, respetado tanto por aliados como enemigos. "No existen buenos ni malos, solo aliados y enemigos". Entonces, ¿qué era el Barón Rojo? Sin duda, un ser humano. Nadie lo catalogó de malo, solo de enemigo. Los mismos británicos enterraron su cadáver, bajo un epitafio que ya olvidé, pero era muy respetable. Les decía que así quería morir. Pero es imposible morir así. Les recomendé leer Watchmen, o ver su película, la cual es muy buena (exceptuando el detalle del calamar gigante), o ver "Gran Torino". Lectores, Vicente, si quieren entenderme, les sugiero ver esas películas o leer Watchmen. Y entenderán porqué mi ídolo es Rorschach, y porqué Clint Eastwood es uno de los mejores directores y actores de todo el universo. No les diré el porqué, sino no tendría sentido. Solo les diré que vi "el Último Samurai" el otro día, y volví a mis orígenes. Esa es una de las películas que forman mi ser. Cruzada también. V de Venganza! No soy anarkista, pero esa película me hizo pensar en el anarkismo. Es muy importante en mi vida, incluso me hizo ser anarkista de razonamiento un breve tiempo, tanto que solo el razonar me hizo salir, no el encontrar algo mejor. Qué loco, ¿no?. Ahora admiro a V. Admiro a Belian. Admiro a los vikingos. Admiro a los cruzados. Admiro a los samurais. Admiro a esos pilotos que en tiempos de pólvora y cañones, cuando hace tiempo se había perdido el honor, fueron los nuevos caballeros andantes que defendían su honor.

Pero con los nuevos aviones, los nuevos misiles, las nuevas bombas, ¡los tanques! El honor se ha perdido. No hay espartanos que peleen con millones de persas, no hay un Belian que comande a un puñado de campesinos convertidos en caballeros que defiendan Jerusalem, y por su valía hayan podido lograr que sean perdonados por su enemigo. No hay un V, que mueva a las personas a darle un símbolo para luchar contra los opresores, sean comunistas o fascistas, ¡o narcotraficantes!. Tal vez comprendieron mis intenciones. Tal vez no. Tal vez nunca llegue a ser periodista. Tal vez nunca llegue a demostrar mi valentía. Tal vez me muera de cáncer, de sida, de gripe (no porcina), de púrpura o, como Jack Daniels, de una patada a una caja fuerte. Tal vez abandone todas estas ideas, y me vuelva uno más, me corte el pelo, empiece a escuchar pop, empiece a ser robado, empiece a fumar, empiece a aspirar cocaína para hacer mi vida menos miserable, como los protagonistas de la canción "Tipo Nada", de Ataque 77, y tal vez me funda con ese gran monstruo al que muchos conocidos pertenecen. ¿Quíen sabe? Aún veo dibujitos, como cuando era un niño. Muchos me consideran aún un maduro inmaduro. Creen que me quedé en mi infancia. Que jamás creceré. Y es verdad. ¡Me descubrieron! ¿Saben por que nunca quiero crecer del todo? Porque ese pequeño Berserk aún vive dentro de mí. Solo duerme. Lo controlo. Pero no dudaré en despertarlo si lo necesito. Si me roban, lo despertaré. Si no aceptan mi negación a la lucha lo despertaré. Si estoy muriendo, lo despertaré. Si me disparan por la espalda, lo despertaré.

Como le dije a mi amigo Vicente, las veces en las que se puso a prueba mi valentía salvé con éxito. No cuando no me animé a tirarme por la Tirolesa, ese juego donde hay una cuerda que atraviesa el vacío y donde te tirás agarrado de una roldana. Por eso, tampoco me animaría a tirarme por paracaídas, o por un Kamikaze de Acuamanía, o por el Bungee. No, no me animaría. A no ser que la vida de alguien esté en riesgo. Ahí se despertaría el pequeño niño colorado, y saltaría, me tiraría, me arriesgaría. Aún tengo "Fear of the Dark", porque todos los humanos lo tienen, en menor o mayor medida. pero la clave es controlar ese miedo, esa fobia. En el Call of Duty 2 aparecen frases cuando mueres o pasas de nivel. Una de ellas es "El valor significa estar muerto de miedo, pero actuar igualmente" [John Wayne]. Yo actúo sin miedo a la oscuridad. Camino entre los cuartos oscuros, caminando entre la noche si es necesario, solo o acompañado (nunca estoy solo realmente... siempre me acompaña mi imaginación). Es que tengo un arma más fuerte que la oscuridad. La imaginación. Por eso, es mi amiga y mi enemiga. Es mi espada que tiene filo en su hoka y en su empuñadura. Es la espada de Blade, que a veces me traiciona. Pero es fácil. Si puedo crear monstruos con mi mente, puedo crear defensas con mi mente. Entonces, se que si veré un hombre lobo más adelante, sé que cerca hay una espada de plata, un disco volador de plata, una daga o una AK-47. Si, es extraño. Nadie cree eso. ¿Y? Yo nunca fui normal. Intenté serlo, pero nunca me gustaron los bailes. Ni siquiera en mi época cumbianchera. Eso debe significar algo.

Por eso, creo en el honor. Sinceramente, quisiera ser un cagón, como aparento. Porque así, sobreviviría. Los valientes siempre mueren. Siempre son estafados, engañados, mancillados... siempre son cadáveres en donde llorar. ¿Ese es un buen futuro? No lo sé. ¡Tal vez! Tal vez valga la pena ser valiente. Tal vez el mundo sea una mierda, los valientes escaseen, sean malentendidos, e inclusive se glorifiquen a los cobardes que se hacen conocer como valientes. Hay una película, creo que su nombre en inglés es "The Onion", o algo así. Trata sobre de un noticiero donde se muestran notas que nadie daría. Esa es su característica. Una es la de un jugador de rol que es invencible, pero que luego de tener a sus últimas víctimas se queda solo y, bebiendo su jugo azul, dice "desearía haber vivido en la edad media". una voz le dice "deseo cumplido", y es teletransportado a la era de los dinosaurios, con una piel cubriéndolo, y una espada y un escudo. El miedo lo invade, y más cuando aparece un dinosaurio. En vez de enfrentarlo, trata de huír, se trompieza y el dinosaurio lo aplasta. Tal vez yo soy ese tipo, y mis deseos de pertenecer a la clase guerrera de los vikingos, de los cruzados, de los samurais, de los caballeros andantes, de los aviadores, de los mamelucos, de los jenízaros... y la lista sigue... porque tal vez ese deseo solo sea el reflejo de volver a mi niñez, donde me comportaba como un vikingo Berserk que intimidaba a mis provocadores a tal punto que corrían riendo, pero nunca se acercaban, por sincero miedo. Se escudaban en la multitud. Siempre estuve solo en ese aspecto. Siempre. Y nunca, porque tenía mi imaginación.

Una vez sola, gracias a mi imaginación, pude controlar mi sueño. Un sueño donde aparecía un monstruo que me quería devorar. Cuando intenté huír, recorde que tenía poderes. Con ellos, abrí una celda en el piso que iba hasta el centro de la tierra. Cayó, y luego la cerré. Aún creo que esa bestia está encerrada en el mundo real, abajo de mis pies. Tal vez fué por haber visto tantas veces la película más popular de Bruce Lee, no la explicaré porque todos recordarán a ese guerrero enmascarado que casi mata a Bruce Lee cuando era chico.


Es tarde. Demasiado pasado por hoy. Quería compartir esto con el futuro. Sé que hay personas que conocieron esa infancia Berserk, y están presentes en FaceBook. Tal vez lean lo que escribí. También hay una inmensidad de personas que ni se imaginan a esa infancia Berserk. Solo tengo para decir que agradezco a Trotsky Vengaran porque me ayudó a canalizar esa ira, no lo suficiente. Por eso, ahora soy metalero. Escucho mejor música que Trotsky Vengarán, y que es infinitamente mucho más efectiva que esa banda. Es un enorme género que abarca todas las características humanas. Es un enorme bloque que cae sobre tu cuerpo y te destruye los huesos, y te los vuelve a construír. Justo lo que todos necesitan. Pero no, quien mas necesita del metal son esos ladrones que se drogan y salen a robar. No hay mejor droga que el metal. No, no la hay. Te dalas mismas satisfacciones, y te mantiene consciente. Te permite expresarte. Te permite liberar la ira, la frustración, el enojo. Te libera. Puede ser una bestia folladora, o una obeja melancólica. Y por eso, no hay nada como el metal. Si, hay asesinos satánicos que dan 666 puñaladas en Rusia y luego se comen a su víctima en un ritual. Pero esa es una faceta humana. Nadie dice que esté bien. Pero está, y existe. Esos tipos no eran metaleros, sino satánicos. Pero, como el metal representa las facetas humanas, representa también a esos locos.


Bueno, esta es la historia de mi vida. Descubrí que sigo mi destino. Asi que, si muero joven, no me recuerden por lo que digan de mi, recuérdenme por lo que conocieron de mi. Adieu!